Los rendimientos obtenidos por un depósito se consideran, a efectos de IRPF, rendimientos del capital mobiliario, tributando en la Base Imponible del Ahorro, al tipo impositivo del 19% para los primeros 6.000 €, del 21% para los rendimientos comprendidos entre 6.000,01 € y 50.000 €, del 23% entre 50.000,01 y 200.000 y del 26% para los siguientes.